viernes, 8 de octubre de 2010

Museo del Vino: fragmento

El oído: los pasos y su eco. De la sordera del viento por ahora leve que se lleva todo, a la estridencia del por un rato enérgico que silba y que anuncia los caminos nuevos y los inelegibles. La gota de agua que cae desde un rincón que nadie puede ni quiere ver –como la flauta que musicaliza un sueño en donde no existe flautista en el guión-, por este natural deseo de seguir siendo sorprendido.