viernes, 16 de diciembre de 2011

Vas a morir pronto (amar es estar seguro de que...)




Conocernos para después besarnos,
caminar de la mano, hacer planes para el futuro.

Estar vivo reclama un tanto de idiotez constante.
La idiotez de la que hablo
compartida se endulza mejor.

Amar a pierna suelta
es estar seguro de que vas a morir pronto.

Olvido maltrecho




Organicé un espacio en mi casa para el olvido / y le pedí solemnemente y por carta que me acompañara / cociné en jueves ilusiones que ya habían emigrado el martes, y unos dulces de hielo que al calentarse en el horno despedían su mejor olor / pero la mala costumbre de mi amigo se volvía a lo suyo, y olvidó nuestra cita otrora acordada / Yo, que no me olvido de sus descortesías tan fácil / me recuerdo a cada mañana que el olvido se olvida de mí.

domingo, 11 de diciembre de 2011

El huracán




El huracán pasó por nuestro encima
y se llevó a su paso lo más frágil.

Lo más fuerte fue removido,
puesto a prueba.

Los árboles se lastimaron,
pero enraizados como están perduran atados a la tierra.
Las paredes y los techos de nuestra casa
fueron invadidos de humedades,
pero no volaron por los aires.

Mi mujer
-que es muy fuerte-
quedó arraigada a un barandal
y yo después de rodar por el jardín
me guarecí dentro de un armario vacío.

Nosotros, los que somos fuertes,
y nuestros amores fuertes por viejos amores
se quedaron mareados,
húmedos, miedosos pero a salvo.

El huracán se llevó lo más frágil:
los cristales de las ventanas,
las hojas sueltas de los árboles
y el huerto que habíamos sembrado juntos
-con la intacta ilusión de los que siembran-
hace apenas treinta y dos semanas.

Pero nada quedó de ello.

El huracán es un estornudo de Dios.
¿y, quién se cree importante
para negarle su derecho de soplar?

Por eso, y para no llorar de más,
es mejor saber y recordar que Dios
sonríe siempre
después de que estornuda.