viernes, 20 de enero de 2012

Deseo que nunca




Que te atropelle un ebrio,
que te caiga auditoria de software
que pierdas la llave del coche en un estadio.

Que te rompas un femur, que te intoxiquen las gambas
que te metan al bote y te viole un Salvatrucha;
que te roben el áifon,
que te humillen al cantar karaoke.

Que te engañe tu mujer con un argentino,
que te obligue tu jefe a lustrarle sus botas.
Que no llegues a tiempo al altar
el mero día de tu boda.

Que te despidan por ebrio,
que te asalten la pensión de anciano
que tu equipo visite por largo periodo
la segunda división.

Que te maldiga tu madre,
que te partan la cara por verle las nalgas
a una señorita acompañada.
Que te descubran la mota
y te carguen, y llegue la Tribuna
y salgas mañana en primera plana.

Que tengas un mal día,
y que nadie te llame en tu cumpleaños,
y un mal diciembre
sin hijo,
ni árbol ni libro,
sin regalos.

Pero que nunca
-carnal-
nunca
te abandonen tus hermanos.