miércoles, 8 de agosto de 2012

La vida es circular

Siempre vuelven a nacer los árboles, siempre los ríos, siempre las hormigas. / Siempre vuelven a brillar las estrellas, siempre las luces de la ciudad. / La mala fortuna siempre vuelve a morir, siempre las momias, siempre las mentiras / Siempre se vuelven a besar los amantes, siempre los que ayer se odiaron, siempre los enemigos. / Vuelven a comenzar los partidos de tenis, siempre los juicios orales, siempre las caricaturas. / Siempre se vuelve a generar la basura, el cáncer, siempre la estupidez humana. / Siempre se vuelve a invitar al olvido, al malacopa, siempre al que acaba masturbándose la mente frente a multitud. / De nada sirve desesperar, siempre vuelven a suceder las cosas / La vida es circular.

sábado, 21 de julio de 2012

Dudar me sale gratis

Ahora que soy amigo de la duda (muy amigo), me recuerdo hace unos años en que a mi terapeuta le pedía en sesión de lunes que me ayudara, que para eso es que le pagaba / Que desde hacía ya semanas todo en mí era una duda, me lo pasaba dudando de todo / Después de enlistarle mi sarta de dudas, me miraba con esa cara de alegría profesional que ponen esos especímenes / Y entonces me decía que más bien era hora de cobrarme el doble por sesión, que porque la duda era indicativo de mi evolución en el proceso / En las siguientes sesiones, meses y meses aún más tarde, me sentía en cada cita que iba a pagar por los servicios de quien me hiciera dudar / Hoy, después de varios años, me siento tan dudoso como entonces / La buena noticia es que ahora dudar me sale gratis. (La única certeza en esta vida mía y al momento tiene nombre de mujer, y baila en los teatros)

lunes, 9 de julio de 2012

Te patea Dios

Te patea Dios, y luego Carlos Fuentes, seguido de Paz Vega y por último pero no menos importante Juan Dosal / camino a la escuela, al trabajo, al restaurante, al café o a la morgue, en un mal día, si vienes cálidamente frío de estar muerto te resucita alguno de los anteriores para que termines de pagar tus deudas, y ese, ese en un pinche mal día / fantasear con un tequila y luego no encontrar la vinatería abierta es lo menos / en un mal día van a pasarte cosas peores, de mierda / te patea Dios y Carlos Fuentes, y te visita el SAT y no te depositan la quincena / la mala racha y el horóscopo comienzan a existir cuando crees en ellos, y -de puta madre- comienzas a creer en ellos cuando aparecen.

domingo, 17 de junio de 2012

Padre, yo te prometo...

Padre, yo te prometo / que en otro segmento del lustro / le voy a cantar una oda a tu buen vivir. / Pero / hasta hoy y al momento / tan sólo recuerdo / tu mano en mi hombro / cuando en el living del infierno / Satán malvestido de médico de guardia / me hizo firmarle la muerte de mi Sebastián. / A pesar de toda una vida de hablado consejo / esa noche de sala de emergencia / parló tu sabio silencio / canoso, sereno / caracterizando a detalle a mi ángel guardián. / Dios es un patrón de vanguardia / y sabe darle aún más y más chamba / al que mejor desempeña su oficio. / Por ello, por tu buen ejercicio / Adabel ya lo intuye, Adabel ya lo sabe / y por mi vida, compadre, que siempre -siempre- lo sabrá.

lunes, 4 de junio de 2012

Me apodaron "el camisa"

Sorprendido por no entender, si de niño me importaba poco / ¿qué sería de mí si me detuviera a escuchar todo lo que se comenta a mis espaldas? / Ya nunca estoy para nadie, o para casi nadie / a menos de que se me convenza de estar al lado de un buen momento / ya no comparto la mesa, ni la taza de café ni el saco ni la camisa / ya he decidido vivir sin planchar la ropa, salir a la calle y no peinarme antes / he decidido comunicarme a través de mi silencio / mirando siempre a los ojos, y ser brutalmente honesto y decir con tal mecanismo que estar con el mundo y enterado de sus noticias y de quien no circula y picar me gusta en face no es más lo mío / ahora observo, y evito pensar en qué está entrando por mis ojos / ahora toco la cintura de mi mujer y paso mi nariz por sus muslos y la abrazo y dormimos juntos sin el consentimiento del banco ni de la parroquia, sin nadie que nos explique cómo se duerme abrazado. / De niño me importaba casi nada, y hoy me importa nada / me dicen el camisa porque cambio de color de un día para otro / pareciera que mañana seré otro, y no me importa.

domingo, 20 de mayo de 2012

Sequía (negligencia de Tláloc)

¿Una llovizna y ya te crees que hiciste el trabajo? / Eso de ser un dios mítico se te ha venido a la cabeza / con actitudes arrogantes. / Debes tomar en cuenta que se te requiere con urgencia / en las bodas de los sapos / y en los festejos de los niños / en los balnearios. / En las venas de los árboles silenciosos, / y en la rienda de los ríos que a su vez alimentan al mar / que a su vez / convierte el oro de agua dulce en salada / en indomable e inservible para la gran mayoría de los que nos da por suplicarte / que ya te pongas a trabajar.

viernes, 27 de abril de 2012

¿En qué me voy a convertir?

Al paso de los años, de la vida, ¿en qué me voy a convertir? / Si somos nosotros, los afortunados que pisamos el planeta en formato humano, masa semi-líquida que va tomando la forma del camino / (si la dura piedra lo hace cuando rueda por el río, ¿por qué no los que somos de materia aún más dúctil?) / Acaso un imbécil que roba a los creyentes, acaso un caritativo hombre costilla de Dios Padre, acaso un ladrón que acosa transeúntes, acaso un vagabundo sin perro que le ladre. / Me seré visto al tono de las canas como un coleccionista de trofeos exquisitos, un obseso golpeador de indisciplinas, caminero de caminos cuesta abajo, reluciente lustrador de hipocresía. / Me conservo para ello -para todo ello, lo anteriormente aún no dicho, los ejemplos que el pudor me impide, las figuras que hoy olvido- listo en cuanto a moldeado se requiere. / Sólo debo salir a la calle o quedarme en casa, usar el baño propio o el ajeno, y entonces mágicamente iré tomando la forma que la superficie me conceda / La palabra destino la inventó un vendedor de sueños, un charlatán que vivió bien y comió bien y bebió bien mientras hubieran esperanzados engordando su bolsillo.

lunes, 23 de abril de 2012

Pecados a la venta

A cada cual su bicicleta, que todos sepan para dónde se trasladan. Comienzan las fiestas patronales, y los niños y los ancianos prometen no comer más azúcar de lo que diga mamá. Lavadas las manos de éstos -me refiero a los prudentes- es día, es noche de ensuciarse un poquito. Se cubran la cara las que se cubren la cabeza con velos, antes de entrar a los templos. Lo que viene no es cosa de risa, es pecado a borbotones; es comida chatarra comprada en donde regalan boletos de primera fila para el infierno. Vaya pues usted por su regalo, que ya el siglo veintiuno se comienza. Tiene un poco de grasa lubricante para todas las cadenas, y un tanto de limón de contrabando para todas las cervezas.

miércoles, 18 de abril de 2012

"Yo soy Dios"



Yo soy Dios, gritaba un dios extraviado en la azotea de cualquier edificio de cualquier barrio de cualquier cuidad del tercer mundo.

Ese Dios gritaba a los transeúntes desde un bloque de departamentos de siete niveles. Se agarraba fuertemente del pretil de la fachada que daba a la calle once –o doce o trece-, en donde cientos de caminantes solos o acompañados miraban al piso. Miraban apenas a sus propios pasos, sin tener en cuenta lo que sucedía en el cielo improvisado por el dios de una azotea, que se asía temeroso de lo que fuera, -acrofóbico- para dar un mensaje a la humanidad.

La humanidad de la calle once de la ciudad extraviada del dios extraviado, no representaba fielmente a la humanidad completa. Pero eso no lo sabía Dios, que aclaraba su garganta para comenzar a dar un discurso de despedida.

Me voy porque ya no me necesitan –comenzó-. Han crecido tanto como yo nunca lo hubiera imaginado. Ahora tienen autos de lujo y de excelentísima alta tecnología. Tienen edificios inteligentes y computadoras que hacen la gran parte del trabajo.

Me da gusto ver cómo se han organizado de tal forma, que ya tienen horarios para todo. Han construido los templos necesarios para adorarme, en cualquier modalidad en la que me imaginen, y ya tienen un espacio en todo hogar para mis figuritas de porcelana.

Estoy impresionado gratamente de mirar cómo han depurado las artes de matarse de una forma u otra. Tanto en las sanguinarias batallas por la supremacía de la creencia, de la raza, del poder, de la energía; como en los lentos genocidios macro-económicos, donde los pobres se van desvaneciendo de uno en uno, de cien en cien, de mil en mil, para así dar paso a la bienaventuranza de los que pueden y saben vestir Lacoste.

Ahora tengo la certeza de que triunfará en todo momento el más fuerte y el más apto para gobernar al resto de los mortales, aunque en el camino se queden sólo unos pocos cuantos elegidos. Parece que por fin aprendieron las enseñanzas ocultas entre las líneas de mi bestseller: “el arca de Noe”.

Sacó de su bolsillo una botella de Ron Bacardí blanco (¡a huevo!), apuró un trago casi eterno que acabó con el contenido restante, se subió al murete bajo, abrió los brazos, miró al cielo, pegó el brinco y cayó después de precipitarse al suelo.

Una decena de curiosos rodeó el cuerpo del dios del suicidio. Se distinguía de entre el charco de sangre el saco roído y con olor a orines de un malviviente que yacía como perro muerto, atropellado a media calle. El silencio sereno y natural de los que ven una gracia de mimo callejero se rompió cuando un transeúnte le preguntó al extraño de al lado que quién era el loco que se había quitado la vida al brincar desde una azotea.

El tendero de la esquina, que también miraba impávido aquel morboso espectáculo, respondió sin mirar al que preguntaba: era el dios de la colonia. Con él van nueve los dioses que se suicidan en la ciudad en lo que va del mes. Curiosamente, todos han argumentado haberse quedado sin empleo. ¡Maldita crisis!

Una buena mujer que acudía a la escena, cubrió el rostro del cadáver con una bolsa plástica de Superama. Todos los demás siguieron sus caminos más aprisa. El incidente representó un retraso en las agendas de éstos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Obsesiones / calcetines / diamantes




De pronto
las colonias de hormigas
sugiriendo maltratar al planeta
con baba de incendio,
ilustraciones de Marilyn
y sexo oral inconcluso
(porque alguien quiere usar el baño)
noc noc...
¿ocupado?

¡Para!

De pronto
calcetines arrugados
sin permitir la corrupción de la plancha
-porque nadie plancha los calcetines,
solamente los neuróticos anónimos
que dejaron el grupo de apoyo
a falta de resultados contundentes
(nadie entiende que este juego es
de paciencia)

Ni Dios,
que apura el trago
y escupe
y entonces llueve y ahoga Tabasco
y de pronto-

Una mujer se desnuda
y pide al tiempo
un anillo de diamantes
(la obsesión de las mujeres
con los diamantes)

¿habrá algo más obsoleto
que la plancha masturbándose
con un calcetín deprimido
por estar arrugado,

o una mujer
admirando un diamante
incrustado en un anillo,
desde la vitrina de una joyería?

lunes, 19 de marzo de 2012

Resucitamos (carta a Priscila)




No sabe nadie
que comenzaremos una función de circo
con la canción de:
"abrigo desde el infierno".

¿Cómo hemos podido sobrevivir
a la hambruna?

Dios le pagó a Satán
para que nos golpearan unos sicarios
y ahora -después de la muerte-
compartimos cama de hospital,
y nos curamos a lengüetazos las heridas.

Estoy seguro de que estamos muertos
-Priscila-
porque nadie sobrevive al hundimiento del alma.
Porque nadie canaliza para bien
el abandono de la corrupta y malvendida esperanza.

Estamos muertos
pero nos rehusamos a descansar en nuestras tumbas.
Preferimos ir al cine,
y a comer en los restaurantes más aseados,
y tomamos café y a veces lo endulzamos.

Evitamos los ataúdes que nuestros padres
y nuestros hermanos pagaron para nosotros,
y mejor usamos una cama y la mojamos
con nuestro jugo de sexo,
y asustamos como hacen los fantasmas
a todo el pinche vecindario.

Estamos muertos
-Priscila-
pero cada mañana
(de lunes a domingo)
gracias al ingenuo amor
resucitamos.

Poetas cliché




Los poetas son clichés
cuando se pasean pateando una piedra
por su calle.
Cuando se creen que la belleza está
sólo en los muros de piedra salitrosa
o de ladrillo malpuesto.

Los poetas sufren
para decir que sólo sufriendo
se puede escribir la buena poesía.
Y se creen los idiotas que la poesía
sólo se puede dar a luz con la palabra,
y no saben de la sombra,
ni del color,
ni del aroma
ni de la piel ni de lo húmedo del agua.

Los poetas cliché
son unos incomprendidos,
a consecuencia de que
no comprenden ellos de nada.

martes, 7 de febrero de 2012

...de los Judas




Obligadamente,
sufrí calumnias en tu nombre.

Visité la cárcel,
te abracé en invierno,
comí del veneno que me compartías
cuando te dejaba la muerte
hacer lo que fuese necesario
para no tener que pagarle tributo.

Ya me habían dicho
que hay amigos que no son tan de fiar
pero lo tuyo se gana una medalla
al deshonor,
a la vergüenza y al indecoro.

¿Cómo se sabe si alguien
de los de cerquita te va a negar
las tres veces reglamentarias?

¿Por qué nadie
-de los que escriben las reglas de la vida
y viven de escribir best sellers-
ha escrito un libro
que hable de los traidores?

¿...de los Judas?

lunes, 23 de enero de 2012

La conmemoración de la desesperanza




Hacemos el amor a las tres de la tarde en lunes,
y recordamos así lo que es perder la cabeza
y cometer errores sin consecuencias
y ser jóvenes y reírnos y escondernos de Dios
desnudos y cansados.
Contentos.
Felices.

Lubricamos nuestras risas,
desabotonamos tu guardarropa,
lo arrugamos, lo mojamos de baba fresca.

Ilusionamos a los vecinos
que ya habían olvidado hace décadas
-quizá desde 1983-
lo que era un gemido.
Un grito de tortura placentera.
Un orgasmo.

Rato después volvemos a ser ancianos,
y a la rutina del dolor
y a la conmemoración de la desesperanza.
Pero se nos está olvidando ya ser infelices,
no sé...
puede que eso signifique algo.

viernes, 20 de enero de 2012

Deseo que nunca




Que te atropelle un ebrio,
que te caiga auditoria de software
que pierdas la llave del coche en un estadio.

Que te rompas un femur, que te intoxiquen las gambas
que te metan al bote y te viole un Salvatrucha;
que te roben el áifon,
que te humillen al cantar karaoke.

Que te engañe tu mujer con un argentino,
que te obligue tu jefe a lustrarle sus botas.
Que no llegues a tiempo al altar
el mero día de tu boda.

Que te despidan por ebrio,
que te asalten la pensión de anciano
que tu equipo visite por largo periodo
la segunda división.

Que te maldiga tu madre,
que te partan la cara por verle las nalgas
a una señorita acompañada.
Que te descubran la mota
y te carguen, y llegue la Tribuna
y salgas mañana en primera plana.

Que tengas un mal día,
y que nadie te llame en tu cumpleaños,
y un mal diciembre
sin hijo,
ni árbol ni libro,
sin regalos.

Pero que nunca
-carnal-
nunca
te abandonen tus hermanos.

lunes, 9 de enero de 2012

Ser un poco libre




Incluso si se fueran corriendo serían alcanzados.
Los niños no corren tan rápido
pero llevan la fortuna de que nadie
-realmente nadie-
les persiga.

Pero es una aventura correr cuando se es pequeño,
y huir de nadie, pero huir.
Saludar desde la ventanilla del auto a un desconocido
y huir.
Timbrar en la casa de un extraño,
y correr y huir.
Escupir desde un puente peatonal
hacia los coches que circulan
a toda velocidad y
-aunque nadie se detenga a reprenderles-
atinar un gargajo, y correr,
y huir.

Ser un poco libre.

miércoles, 4 de enero de 2012

La rutina





Una familia que se quedó sin casa después de una tormenta de nieve, emigra a un albergue que les asignó el ayuntamiento mientras se les soluciona su problema. El traslado con las pocas cosas que les quedan es cansado y entristecedor. La primera noche en el albergue es irremediablemente en vela. Después de seis días de adaptarse al nuevo e improvisado lugar, la familia de la que le hablo es avisada que tendrá que emigrar a un albergue más lejano, aunque más comodo. Los miembros de este grupo afligido se reúnen y vuelven a empacar, y se sienten nuevamente frágiles. Ya habían hecho una pequeña rutina de despertar e ir a buscar el baño y luego agua para el café y caminar unas cuadras para recoger un desayuno que les donaban de un restaurante con conciencia social. Luego venían los paseos por el parque y la preparación de la comida para todos los demás damnificados, que era asunto de convivencia con los otros pares, y luego las cartas y el dominó y las conversaciones con diversos desafortunados similares, y a dormir. Y ahora se tienen que ir otra vez.

La rutina tiene su razón de ser. Creo que la construimos a diario por instinto, para sentirnos seguros de algo, quizá del caos.