miércoles, 13 de julio de 2011

lunes, 11 de julio de 2011

Contadores




Hace cien años aproximadamente, en una oficina en donde solían laborar cientos de contadores, la usanza en el vestir era para los caballeros - y por cuestiones climáticas- una guayabera a manga corta, y unos pantalones de fibra ligera, y muy casuales.

Uno de los contadores que se incorporó a la empresa en esos días, sin decir más nada comenzó a acudir a diario a laborar vestido con un traje gris, camisa blanca y corbata de seda.

Los demás contadores, los más nuevos y los más arraigados comenzaron a verle mal. ¿cómo era posible que faltara de esa forma a los lineamientos de imagen en la empresa?, ¿qué acaso no había nadie que metiera en cintura a este payaso vestido de dandi?

Cuando se le preguntó con molestia que por qué andaba así vestido por los pasillos de la oficina, él se limitó a contestar que en realidad no existía escrito ningún código de etiqueta en la compañía, lo cual le daba total libertad de portar la prenda que le viniera en gana.

Claro que los adjetivos hacia su persona fueron grotezcos y bastante ofensivos aún en su presencia. Cuando se lo veía andando por las instalaciones, se murmuraban expresiones tales como aristócrtata o muerto de hambre, junior-papi o malnacido, comunista o hijo del imperio, amarillo o rojiblanco, adefesio o lindo-guapo, maricón o mujeriego.

Hace apenas unos años, en la misma compañía, a un nuevo integrante se le ha ocurrido -por cuestiones climáticas- andarse al trabajo vestido de guayabera a manga corta y pantalón ligero. Y todos los señores que desde hacía años y por honrosa tradición vestían traje gris, camisa blanca y corbata de seda comenzaron a gritarle sin reparo aristócrtata o muerto de hambre, junior-papi o malnacido, comunista o hijo del imperio, amarillo o rojiblanco, adefesio o lindo-guapo, maricón o mujeriego.

Ayer pasé por las oficinas de estos contadores, y ya eran más de tres los que se paseaban por la banqueta, al término de su jornada, con atuendo de verano, osea, el de la guayabera.

¿quién entiende a los contadores?