miércoles, 13 de abril de 2011

Verso sublime del Poeta charlatán (uno)




Camino verde,
azul,
camino de los colores de la isla de la madera

Inicio mi usura con agua que lleva un ciclón sin metal
el metal
(niebla fría, cometa desmembrado o columna dórica sin madre
-huérfano, o como se quiera
como se le quiera
como se le ame o se le odie-)

Inicio de siluetas convergentes
oh, convergentes,
oh, convergencia,
oh, divergencia
vayámonos, y nos fuimos al abismo...
porque nadie quiere ser madera,
ni tampoco agua
ni amor ni odio ni cualquiera,

solamente queremos ser camino verde
o azul, o isla.

Mataremos al que resucite del cataclismo.
Oh, cataclismo,
oh, bicicleta.

(neta: ¿se da usted cuenta de que no estoy diciendo nada?...
asì son de charlatanes los poetas preciosistas, los talentosos acomodadores de palabras)

lunes, 11 de abril de 2011

Adolescentes (vaya gente)


Gritan todo el tiempo, tragan desmesuradamente, se avientan entre ellos, no controlan sus decisiones -ni las más básicas como saludar con gusto o mirarse con curiosidad-; todo les da miedo, nada les da miedo, no comprenden de prioridades, son ridículos para vestir (apenas si saben vestirse por sí mismos), duermen casi todo el día, guardan silencios enormes, generan ruidos irreparables aún peor, vaya: son insoportables.

Pero hay que pasar por ahí.

(intento trabajar en un Starbucks, pero una tercia de alienigenas hembras de entre trece y catorce me están rompiendo las bolas con sus guturales lamentos, y risas falsas o injustificadas o sinsentido, mirando fotos de sus fèisbux en una pequeñita pantalla de un smart phone)

Pero, no puedo negar que me enternecen. Ssssht, ¡silencio!... acaban de llegar los alienigenas machos. Veamos qué hacen entre todos juntos... ... ... ...

Doce minutos después:

Oooooorrrgggggggggg.... ¡ sáquenme de aquí!