lunes, 19 de marzo de 2012

Resucitamos (carta a Priscila)




No sabe nadie
que comenzaremos una función de circo
con la canción de:
"abrigo desde el infierno".

¿Cómo hemos podido sobrevivir
a la hambruna?

Dios le pagó a Satán
para que nos golpearan unos sicarios
y ahora -después de la muerte-
compartimos cama de hospital,
y nos curamos a lengüetazos las heridas.

Estoy seguro de que estamos muertos
-Priscila-
porque nadie sobrevive al hundimiento del alma.
Porque nadie canaliza para bien
el abandono de la corrupta y malvendida esperanza.

Estamos muertos
pero nos rehusamos a descansar en nuestras tumbas.
Preferimos ir al cine,
y a comer en los restaurantes más aseados,
y tomamos café y a veces lo endulzamos.

Evitamos los ataúdes que nuestros padres
y nuestros hermanos pagaron para nosotros,
y mejor usamos una cama y la mojamos
con nuestro jugo de sexo,
y asustamos como hacen los fantasmas
a todo el pinche vecindario.

Estamos muertos
-Priscila-
pero cada mañana
(de lunes a domingo)
gracias al ingenuo amor
resucitamos.

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