viernes, 27 de abril de 2012
¿En qué me voy a convertir?
Al paso de los años,
de la vida,
¿en qué me voy a convertir? /
Si somos nosotros,
los afortunados que pisamos el planeta
en formato humano,
masa semi-líquida que va tomando la forma del camino /
(si la dura piedra lo hace
cuando rueda por el río,
¿por qué no los que somos de materia
aún más dúctil?) /
Acaso un imbécil que roba a los creyentes,
acaso un caritativo hombre costilla de Dios Padre,
acaso un ladrón que acosa transeúntes,
acaso un vagabundo sin perro que le ladre. /
Me seré visto
al tono de las canas
como un coleccionista de trofeos exquisitos,
un obseso golpeador de indisciplinas,
caminero de caminos cuesta abajo,
reluciente lustrador de hipocresía. /
Me conservo
para ello
-para todo ello,
lo anteriormente aún no dicho,
los ejemplos que el pudor me impide,
las figuras que hoy olvido-
listo en cuanto a moldeado se requiere. /
Sólo debo salir a la calle
o quedarme en casa,
usar el baño propio o el ajeno,
y entonces mágicamente iré tomando la forma
que la superficie me conceda /
La palabra destino la inventó un vendedor de sueños,
un charlatán que vivió bien
y comió bien
y bebió bien
mientras hubieran esperanzados engordando su bolsillo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario