Van dos, cero y van dos clientes este año que me interrumpen el proceso de proyecto por haber sufrido una extorsiòn de parte de alguna compañìa nacional o trasnacional de delincuencia organizada.
Señores plagiarios:
vayan, pònganse una botas vaqueras (preferentemente de piel de buitre mal parido) y luego estrènenlas caminando con estilo cosmopòlitan rumbo a chingar a su reputa madre.
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