miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pasión vs Obsesión

No lo sé a ciencia cierta, y -aclaro- sin ser un conocedor ni cerca de la condición humana, pero me atrevo a decir que la obsesión es el sustituto natural de la pasión.

Pongo el siguiente ejemplo:

Aquel que de chaval era un apasionado del deporte, a la hora de llegar a la edad adulta y habiendo renunciado a lo que le hacía sentir vivo para dedicarse a sobrevivir vía reloj checador por consejo de su padre, seguramente que lo hará acompañado de una y mil obsesiones.

Cuando la pasión por algo (profesión, arte, disciplina, ciencia) muere asesinada; la obsesión se hará presente.

La obsesión por la limpieza, por la imagen, por el orden, por la disciplina, por la salud, por la perfección, por los objetos materiales, por la puntualidad, por el qué dirán y la apariencia, por la figura, por la moda, por la tecnología, por el 'having'; por todo. Por todo.

La obsesión es el amargo premio de consolación del que renuncia a sí mísmo por hacerle caso a algo o a alguien más.

Chale, qué intenso me puse.

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